Traición

Me encontró llorando en un rincón la esperanza.

Lloraba descalzo y sin camisa, mojado por el agua de la baranda.

Imaginaba el abrazo más cálido del mundo y el más fuerte que alguien hubiera dado jamás.

Mientras mis silenciosas lágrimas corrían mezclándose con las gotas, levanté la mirada, como cual niño pidiendo ayuda. Mientras temblaba y sin denunciar gesto alguno con mi boca, de callada y cruelmente se acerca a mí y me abraza insertando un puñal en mi costado.

Mientras sentía el profundo ardor y dejaba mis ojos desvanecerse, sólo dije una palabra que apretada por mis labios, no produjeron sonido – Señor.

Hubiera pedido piedad o misericordia, pero dejé que las lágrimas de mi cuerpo inundaran la tierra. Entonces, sentí paz. Sentí caerme en lo profundo de un relax, como si estuviera anestesiado…

Quise ser secuestrado y no fui ni engañado, quise morir y la muerte huyó de mí. Amé a alguien que me despreció y otra vez lo intenté y mal tratado fui.

Si sentí la soledad… digo que no lo sé. Quizás ella fue mi madre o seré yo la propia. Pero una cosa sé, ella me hirió.

Atrapar quiere mi alma, y la esperanza, ha peleado por mí. La esperanza… eres tú.