Estaba lavando una olla, cuando sentí un ruido raro. Me imagino que ha
de ser el perro me dije… pero cuando lo oí nuevamente, supe que algo no andaba
bien.
De un impulso se precipitó sobre mí. No supe como
defenderme, me apretó el cuello, no podía respirar, mi corazón se agitaba y las
ganas de vivir se hacían un débil hilo de miel. Mis fuerzas me abandonaron…
Pensé por un instante en mis sueños, en lo que soy y lo que
he hecho. Mis lágrimas se desparramaron en gigante gotas, como si se
suicidaran. Bostecé un último respiro, miré la última luz que entraban en mis
ojos y no soporté más. Sentí lo duro que
es la vida, el desánimo te enamora las ganas y las ganas se vuelve un tormento.
El perro, no es más que un destino, y quien te estruja hasta suicidarte, es la
sociedad.
Daimer´s (C)
hola daimers,me gusta lo que escribes pero tambien debo desir que es un tanto misterioso.tus palabrs. bueno te mando un beso
ResponderEliminarhola daimers me gusta lo que escibers
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