El atrapa huevos

Estaba estudiando, distraído en mi tarea cuando una voz en lo profundo me dice –Levanta tus ojos y mira por la ventana y dime que ves…

Seguramente vi todo lo que se puede ver y dije – Dos teros en el terreno baldío que desde antes que yo estuviera aquí seguro que venían.

-Así es, verdad has dicho, pero no es todo. ¿Te han molestado?

-En verdad no, están ahí, gritan un poco pero como se que son teros nunca les di importancia… y eso que tiene que ver?.

-Te diré lo que está a tus ojos y no ves. Ellos viven pacíficamente entre los humanos y entre otras criaturas, pero los humanos no saben convivir, no aprenden y tampoco quieren. Yo les he dado esta tierra antes que cualquiera viniera y la tomara. Pero si ves, ellos aún tratan de vivir con el pequeño espacio que resta para ellos y lo hacen sin reclamarte a vos o a cualquiera. Si ves detalladamente lo que hay ante tus ojos, verás que al igual que ustedes, ellos piden por justicia cuando tienen sus vidas arrancadas violentamente. Se les roba todo lo que ellos creen y aman, se les quita el privilegio de ser libres y vivir todo su tiempo en plenitud. Con los humanos si alguien hiere de muerte a alguno, se lo busca hasta llevarle a un tribunal y que se le haga justicia. Si le secuestran a sus críos, se persigue al secuestrador hasta darle prisión o matarle. Pero y estos…? No tienen derechos como ustedes? Quiero que sepa que su dolor llega ante mi implorando por justicia. Yo soy la Vida y no la muerte, la Justicia y no la ignorancia. Ves que se les arrebata sus hijos, sus sueños y todo lo que tienen… y…  aún así, son incapaces de proferir maldad sobre un humano. Mira su dolor y aprende como se llega a ser justo y respetar la Vida misma. Aún dicen que soy el tirano, pero a cada malvado le será proferida una sentencia. Yo estoy a la puerta y veo las obras de cada uno, mido su corazón y hago que se cumpla su castigo.

… los días pasaron y hoy veo la escena siguiente: Estaba el atrapa huevos al pie del nido de los teros. Desesperados gritaban intentando confundirle para distraer su atención. Pero lo inevitable era mayor. Intentaron todo su esfuerzo pero el les arrojaba piedras que si una les acertaba, morían. No tuvieron chance y les quitó lo más preciado para ellos, dos huevos, dos hijos. Luego que se hubiera marchado, mientras uno cuidaba el entorno, el otro se aproximaba al nido disimuladamente. Cuando ve que ahí no había nada, se desespera y era triste de verle. Me acordaba de las palabras de los días anteriores… quizás se comería a los huevos, pero si ya estaban por dar a luz, el siclo de la vida era interrumpido y los sueños de esas avecillas eran arrojados a la basura. El atrapa sueños solo siguió su instinto de daño. Porque si de justicia se hablara, considero que con uno que atrapara, sería suficiente porque tomaría lo necesario para el día de hoy. Pero la humanidad no tiene en su mayoría, el sentido de justicia, sino que acumula todo aquello que a otro le es necesario.

Imagino tantas cosas que están para verse y no se las quiere ver, miramos el bulto y ni siquiera pensamos de como llegó ahí, la razón por la cual está ahí, ni vemos el efecto que tiene tal cosa en ese determinado lugar.

Daimer Santuche H.