URUGUAY

El pueblo ha perdido la fé en la política, los gobernantes causan gran terremoto en los hogares a causa de la incertidumbre que profesan y ocasionan, en pequeñas y medias empresas. Los negocios pequeños y los sueños de pequeños idealistas de grandes negocios.

La política es una Garza en las redes, el desespero que le tienen a la gente, la gente se los devuelve. Dios enseña que el honor es algo que se gana y se da. El pueblo los elige en fé y ellos los saquean en todas las formas. Artigas era seguido por amor, amor que defendía la paz y la familia de cada hombre que entregaba su vida en la punta de un bayoneta de época, entre la pólvora del tirano. Defendían el honor de la Banda Oriental, contrabandeada para dar comida y sueños de paz a las crías escondidas entre los brazos de mujeres que, en las noches velaban para que el paso de las botas silenciosas, no les tomara por sorpresa. Y de ésta tierra bañada a fuego y sangre, crecimos todos. Pero desde la Casa de Gobierno, a lo que le llaman Palacio, solamente se trilla la sangre de los valientes que como fantasmas, gritan Libertad o Muerte!, con los vientos que soplan la tierra. Un país grandioso que nuestros padres nos dejaron, con la fé y la esperanza clavada en alguna lanza, por un futuro glorioso... Pero a cada partido, a cada gobierno, parece deshonrar sus raíces, de qué estamos hechos. No hay motivación, no hay respeto. No hay fé, no hay voluntad. No hay sueños, no hay solidaridad. Entonces callan las voces, las guitarras y caen las sombras. 

Es una lucha sangrienta donde nadie sabe quién es, donde la luz tiñe de malva, y la noche grita como bebés. Que habéis hecho de Uruguay, a que cementerio de nación nos llevan. Miren dentro de la razón y vuelvan al camino que perdieron. El egoísmo es la pólvora que estalla en la noche más calma y el techo que se rompe en el desierto más cruel.

Si no saben gobernar, no pueden continuar.

Sin excepción de alguno, NADIE le ha brindado paz y verdad a la Nación Uruguaya. Sus discursos son cargados de carnadas como lo hace un simple  pescador. Nos tratan de ignorantes cuando somos los que sobrevivimos a todo y llevamos en los brazos cada moneda del país. Nosotros somos Uruguay, ustedes la figura que nos deshonran y desvalorizan cada gota de sudor de cada emprendedor y cada soñador.

Y mañana, podrán decir que soy un alborotador y llenarme de razón para matar mi corazón, pero no quitarán de mí... lo que llevo en mi interior. Pero no olviden que el amo golpeador, muere en la luz de la navaja de su sometido.

Me llamo Daimer Santuche H. hoy la voz de la Nación.