El precio del Karma
Resulta que el karma, es el justiciero de los hechos humanos. El pago
merecido de las acciones de los humanos para consigo mismo.
El mismo llega sin fallas antes de cualquier justicia ejercida sin dar
la cara y en el mejor momento en la vida de alguien.
Hombres y mujeres por igual, niños y ancianos. Es una especie de ley instantánea
que tiene como regla, no perdonar. El que aquí las hace, aquí lo karma.
Veamos casos reales en el que el karma llegó con intereses:
1-
Un hombre joven le hizo la guerra a una muchacha,
engaños y traiciones, medidas abusivas en la cual ella se sometió por amor a
el. Se casaron y hoy el karma de el, es no ser feliz. La tristeza lo ahoga,
ella le detesta y el aún quiere un mundo feliz a su lado. Cuando ella estaba
para el, no supo valorar y hoy no siente el sabor de la vida.
Mirar de afuera nos parece fácil de arreglarlo, pero recuerde que uno recoge lo que siembra, aunque a los
ojos veamos una solución o miles, el
karma es la justicia perfecta y no debemos de entrometernos.
2-
En un pueblito, un chico pasado de peso, fue
burlado, criticado y mal tratado a la hora de intentar escuchar un sí de las
personas que se enamoró. En un momento dado, la depresión lo llevó a una
delgadez que sumada al trabajo de fuerza, modeló su cuerpo y al volver, esas
personas que lo rechazaron, volvieron para admirar su belleza y pedir una
oportunidad de relación seria y estable.
El nuevo hombre de la zona, ahora lucía una belleza que no vieron y los
condenó a arrastrarse tras el, por una oportunidad de besarle o tenerle,
mientras que el deslumbraba cada día con un interior de personalidad
envidiable. Hasta el momento que les recordó el trago amargo que lo obligaron a
beber sin piedad, mismo cuando aún era un joven.
3-
Un padre de familia decide abandonar su casa e
irse tras una mujer que no solamente lo hizo trabajar el doble, sino que a
causa de su amor por ella, tuvo que sostener los hijos de otra relación que
sobrepasaba en cantidad los que el tenía.
4-
Un pastor que condenó la homosexualidad desde su
púlpito la vida entera, se deleitaba con la hombría de su hijo, hasta que éste,
asumió públicamente que era gay y que seguro Dios le había mandado así, para
mostrarle a su padre el peso de sus palabras y el dolor del Amor. Si le odia
por ser gay, nunca verá el Cielo, así como le negó a todos los que condenó.
Pues si no es capaz de Amar a su hijo, como puede esperar que Dios le Ame a el.
El karma puede ser doloroso a los ojos, pero también invisible, puesto
a que muchas personas están encarceladas en su mundo interior, sufriendo el
karma en la piel por cosas del pasado y del ayer. Tratar de ser mejor cada día,
no es tratando de limpiar la vida del otro y sí, la transformación por medio
del conocimiento y decisión de elegir lo bueno y más justo.
No es con ofensas e imponiendo nuestros ideales sobre otros, que
construimos un Cielo, hasta porque de nada sirven mil razones, cuando al morir,
Dios es el que decide en base a las razones que nosotros le dimos en vida, si
somos merecedores de estar entre los buenos, o estamos entre los malos. Si no
fuera así, Dios había condenado al exilio a Jesucristo y puesto a Hitler en su lugar, ya que se deja mandar por los
humanos y hace todo cuanto las bocas
injustas y llenas de venenos sutiles para con otros, le piden cosas.
El karma puede ser más que una mera acción y reacción, puede que sea la
distancia entre el tiro y el impacto que le dí a alguien, sea con hechos,
palabras o sutilezas que contaminan.
Un hombre llegó a gerente y su arrogancia por la posición que ocupaba
entre sus antiguos pares, terminó despedido y juntando cartones en la basura
para comer. El jefe pudo ser malvado a los ojos de muchos, pero a nadie le
hacía rendir y la empresa no había sido un buen negocio gracias a el, sino la
habilidad del dueño en contratar
personas claves. El asunto es que los veteranos de los lugares, creen
que los nuevos, llegan para amenazar su puesto vitalicio, aún cuando ya ni
cumplen con sus tareas y ni disfrutan de sus vidas.
Sería una similar consecuencia del Karma en el Cielo? Pues no era
Lucifer el administrador de la adoración a Dios. A su comando todos los ángeles
adoraban. Pues quizás Dios vino a crear al hombre y en su trabajo, estaba
dedicado totalmente. Al volver, pudo encontrarse que Lucifer se creía dios ya
que todos le obedecían y su luz diferenciada, más el talento dado, lo hacían
ver de hechos como único, no bastaba el puesto de administrador, sino el de
jefe supremo y único del trabajo de quien había dedicado una vida. La
ignorancia es la venda que los codiciosos cargan engatillada a sus sentidos y
ellos mismos la disparan a su cabeza.
Daimer Santuche H©
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