¿En qué parte entro yo?

- De dónde vienes? Y qué quieres?

- Vengo de recorrer la tierra oh! Altísimo…

- Haz visto a mi pueblo, que fiel que es, sus oraciones llegan a mis oídos como música en los oídos de un cansado viajero, donde sin descanso bajo el sol, camina y encuentra la sombra de un frondoso árbol.

- Si… mi Señor, en la tierra ya no se puede hacer maldades, tus hijos han tomado mi lugar. Bajo tu palabra dominan cada vez más la tierra, se hacen y deshacen bajo tu poderosa ley inviolable para mi y se destruyen entre ellos.

Lo más triste de todo, es que yo soy el culpable para ellos y como tus Hijos aquí me han visto, yo no hago nada…

No he sido yo que les dije que se mataran por ser un mensajero de tu palabra, la cual escribieron para no olvidarse y usarla contra mi.

Tampoco he sido yo quien les dijo que deberían confesar sus pecados unos ha otros y de tanto que se confiesan, sabe medio pueblo y se acusan midiendo así quien es más pecador que quien. Y eso sin contar con todos los que acusaron, juzgaron y condenaron bajo tu palabra, corriéndolo de una manera u otra de tu casa, la cual tu dijiste “donde hay dos o tres reunidos en mi nombre ahí estaré yo en medio de ellos”.

Pues tú no te has quedado hasta el final de sus reuniones?!... No sabes que ahora el mercado está dentro de tu casa?, se han hecho dioses como tus hijos en el desierto y los que crucificaron a tu Amado. Y esta vez yo soy inocente!!. Ahora tienen amuletos por donde quiera que vayan, tu ley los está matando… hombres trabajan bajo el fatigante sol, el cual tu deberías de apagar para alivianar la carga por ellos, mojan de sudor la tierra por llevar el pan a la mesa y son obligados a dar la mitad.

Porque el señor así lo dijo… mientras que uno y ese no soy yo, se lleva todas las riquezas en su alforja. Mientras ese tu pueblo… come de las migajas que se caen de las mesas de los que someten. Ellos te fingen amor y agradecimientos porque saben que eres un meloso con ellos y no es de ahora…

Están contigo sólo para que no me dejes tocarlos… pero no importa… no los quiero ni pintados. Ves esa mujer que habla? Escucha… ella te agradece, pero en realidad te pide, al que tu levantaste para que guiara ese rebaño… las trae cortita… hace una semana que está siendo juzgada, la pescaron en otro rebaño y ahora me la esquilan de a poquito. Ves que no necesito hacer nada! Son ellos los malos… todos ellos. Se comen los unos a los otros en tu nombre y yo soy el culpable?

Te lo dije que no valía la pena… nunca llegarán a nada, lo único que hacen es construir y gastar en sus placeres, porque en tu palabra dice que El Todo Poderoso es dueño de la plata y el oro. Además el que quiera tener la mano del poderoso, debe pagar además del diezmo, las ofrendas para tu casa, ofrendas especiales para comprar esto o lo otro, ofrendas y votos de compromiso para ser bendecidos. Porque el que más da más recibe y más cuando es invertido en tu obra. El asunto es que uno sólo se lleva la fortuna mientras yo no tengo nada que sacarle al pueblo. Pasan por tu casa y dejan todo lo que tienen, sabes, te aseguro que sólo te lo hacen porque ahí en Malaquías dice que se lleven los diezmos al alfolí. Pero se saltean los infelices donde dice que debe ser dado con alegría sino no es grato… Altísimo… ellos mismos se matan entre ellos con su propia sisaña y yo llevo la culpa? No puede ser… Yo tampoco les dije que fueran jueces para que juzguen… no soy y o quien llama a pastores… tu llamas pastores o jueces? Porque yo ya no entiendo más nada sabes… ahora con esa onda de nueva tecnología… no se escapan ni los ángeles. Ahora ellos andan dando consultas espirituales en tu nombre, dan charlas y cobran carísimo… a los condenados en tu nombre… los tratan como a uno de los míos y consideramos una ofensa hacia nuestra persona, pues a mi me fue dada esa autoridad, pero ellos se aprovechan y no dejan ni que mueva un rayo. No es eso que está escrito… deberías tomar providencia. Ahora tienen más fama en la tierra uno de tus pastorcitos, que yo… y que vos… Claro vos no estás ni ahí, sólo porque los perdonaste, porque los amas… ves en que termina tanto amor? Te salen unos hijos ambiciosos y mal criados. Mal aprenden a leer tu palabra y ya venden terreno hasta en el cielo. No te das cuenta que te endulzan y se hacen la fortuna con tu nombre en tu propia cara?!.

Tu verdad sea dicha, pero en la tierra… pamplinas!, es más negocio lucrado vender bendiciones, que pagarme para hacer algunos juguetitos. Después dicen que soy yo… pero ellos no son capaces de ayudar a nadie que se muere de hambre sin leche y pan en la casa, te llevan todo a vos… mientras unos mueren así, otros hacen de sus casas un imperio oprimiendo a lo que llamas tu pueblo…y como si no bastara, son ellos que dictan las disciplinas, los castigos y las condenaciones. ¿ Y yo… Dónde entro en todo esto? No entro, me deja afuera y ellos hacen lo que quieran entre ellos….

Estoy cansado… creo que ya no sirvo más o estoy fuera de moda… venden foto tuya a cualquier precio y tu palabra dice que el que te ve tiene que morir... no crees que se te fué la mano con la bondad?... Perdone Mi Señor, pero está faltando con la verdad o Mi Señor se ha vendido para esos mortales que además de tratarlo como un sordo, gritarle y hacer tesoros con su himagen, le engañan con falsas promesas de que van a ser mejores cada día, que los perdone, que los bendiga y que esto o lo otro... ¡Baaa!

Continuará…