la batalla

…me encontraba en una batalla, sólo y herido. La noche apocaba mi visión, pero no me detuve mientras tuve fuerzas para continuar. Luego de pelear hasta quedar sin aliento, casi fui vencido si tu recuerdo, no me hubiera dado valor e impulso para las últimas fuerzas en el espíritu de un combatiente. Fue ahí que entendí el valor de tener a alguien que te inspira a seguir. Alguien por quien vivir, por quien luchar… a quien amar. Tus lágrimas salvaron mi vida, tu recuerdo antes de partir y mi promesa de volver a estar una vez más en tus brazos.

Supe entonces, que el amor es el poder que un soldado lleva de más valioso, para poder vencer al odio de su enemigo. Porque se tiene en el corazón, un ideal, un motivo y un por que. Recordé la fuerza de tu deseo y la belleza que es sentir la unión de nuestras almas en un momento mágico, hecho para dos corazones que se hacen uno. Entendí que el amor que me mantenía a salvo, era la voluntad que me emanaba desde el alma, para ser libre… para amarte.

Por eso he ganado la batalla, aunque me hubiera costado cicatrices profundas y tiempo para sanar, valió la pena llevar esas marcas en memorias de mi amor por ti. Ahora se que puedo descansar en un mundo de glorias y honores, porque solamente el verdadero amor te lleva a la sima, a la sombra de Dios.

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