El Juego Matrimonial

 

 

…estaba aburrida de mi esposo, así que decidí matarlo. No con mis manos, decidí contratar a dos matadoras profesionales. Marcamos el día y la hora. Claro que por la noche. Entonces tuve la idea. Luego de una cena romántica para inspirarle, la cual salió mejor que lo planeado, y proponerle un juego sexual para excitarlo y comenzar la casa.

Por la cocina, entraron las matadoras, eran dos. Se esconderían en la lavandería y tras la señal, comenzarían la casa a mi marido. El juego consistía en que me tenía que encontrar en la casa con las luces apagadas y si lo lograba, ahí tendríamos sexo. De hecho, yo me escondería en el baño y quien tomaría mi lugar para efectuar la muerte del inocente, era una asesina. Mi marido era el único hombre de la casa, así que no sería más que unos ratitos.

Al parecer estaba abajo cuando sentí un grito de una mujer… era de una de las asesinas, pude sentir como que algo salió mal. Pero…¿cómo?.

Mi corazón comenzó a bombear más rápido y no se si era el latido o podía jurar que habían más personas en la casa. No me atrevía a encender la luz, pero lo arriesgué… y me di cuenta que no encendían. Algo estaba mal. Sentí pasos en el pasillo y no eran los de una mujer, menos los pasos de mi marido. Me traté de subir por las paredes del baño y me senté en sima del marco del lavadero. Lo practiqué ocho meses, para equilibrarme cuatro horas.

Se pasaron algunos cuarenta minutos cuando sentí que alguien corría de la cocina y una voz creí oír. Pero de pronto  se calló todo y en la puerta del baño sentí que alguien respiraba.. Estaba segura… pero  podría morir ahí mismo si el soporte de la bañera se rompiera. Suerte que alguien pasó y la asesina lo mató, pero cuando sentí que se alejaba por el pasillo rumbo al cuarto, sentí que ella fue tomada por sorpresa. Sentí su cuerpo caer contra la maseta con el soporte romano. La misma calló y pude oír los gemidos de herida con algo cortante. Aunque ella pudo haber disparado. Si bien parecía estar herido el que huía, no era mi marido y extrañaba que en ningún momento, me llamara, o gritara para salvarse y intentar salvarme. Aunque me costara  mucho, no me movería hasta que saliera el sol. Estaba oscuro y apenas podía respirar, valla que me encontraran. Por mis cálculos existían cuatro, las asesinas fueron muertas a mi parecer, pero ambas mataron a dos, quedaba mi marido, o algún otro. Pero que hacían en la casa ellos?.

Me propuse salir con los primeros rayos de luz… me bajé acalambrada y vi… un caos la casa, tal como lo supuse, al corredor, la asesina y para el otro lado, un hombre, caído y lleno de sangre por la bala o las balas, el arma tenía silenciador y el barullo era tal en toda la casa.

Me bajé las escaleras y en sima de la mesa, o mejor dicho, del candelero del techo, estaba prendido como mono, mi marido, vivito y mirando al cuerpo de una asesina y otro hombre. Al verme me preguntó que pasó.

Sorpreso con mi  aparición. Entonces creo que sólo hay una explicación.

También Él planeó mi muerte y tuvo la misma idea.