La chica en la parada

... si ahí estaba. Se amacaba como lombris en la sartén. En la Parada del bús, se aproxima una mujer de sandalias plateadas, de tacos muy elegante, de pollera negras dos dedos por ensima de las rodillas, una blusa ajustada al cuerpo y combinando con las sandalias. Una cola atada al frente que revelaba una trenza desarmándoce. Con la mirada baja, de perfíl simpático y una presencia humilde, se arrimó a la parada para abrigarse del viento. Ella sin decir nada, se quedó casi al lado del tipo... quien se corría como dándole paso... ella lo mira y el estaba recorriendo su cuerpo con una mirada de rayos gamas de qarriba a bajo... cuando se chocan las miradas, el, con una risa irónica en los labios y mesiendo la cabeza le dice: - ¿Qué?! te debo algo...No mires que no me gusta el pescado crudo y mucho menos la sardina!!.

- Perdón!? - dijo ella. Creo que está pasándoce señor.

¡Epaaaaa!! la loca se ha ofendido?, mirá bruja pelancuda, te falta mucho para dirigirme la palabra, no me vengas a provocar que te rompo esa cara de muñeca para vudú... mirá que tuve un día de mortadela de yegua y para nada tengo ganas de aguantar insultos de una loca de quinta... te me venis a tirar de fiambre cuando ya estamos todos pasados...

- Mire señor, si ha tenido problemas, a la vuelta hay un baño, le recomiendo que descargue ahí su depócito de reciduos verbales. ¡TAXI!.

- Eso es... desaparecé mosca de buteco... la tierra te trague... infartate con un bibrador...!!!.

Continuará...