El abrazo de una bala

-          Dime de donde eres?

-          De la tierra sangrienta.

-          Si pero explícate mejor, por qué sangrienta? Que pasó ahí…

-          … yo estaba feliz en mi casa, tenía una novia, estaba trabajando duro para hacer mi casa. Todo iba a ser perfecto. Hasta que me llamaron para la guerra… yo fui a servir al país, pero no estaba preparado. El curso que me dieron no me habilitaba a estar, pero nos mandaban igual.

-          Donde te enviaron?

-          No recuerdo, solo sé que llegamos y comenzamos a matar, yo estaba en pánico, hasta le tiré a un compañero, pero fue sin querer, nosotros éramos el refuerzo y cubríamos la retaguardia, pero yo creí que los que estaban al frente, eran enemigos, pero ellos venían reculando porque estaban en una baja importante. Si no es por Jinpo que me agarró y me dijo como era, hubiera  tirado y matado a más. Fue espantoso, veinte minutos avanzando y matando hombre…  el lugar era de vegetación, tenía unas  caídas en la tierra y los civiles… unos muertos y otros al piso.

-          Fue terrible para vos ese momento…

-          No tan terrible cuando comencé a ver por todos lados mujeres muertas, todas agarraban a niños de diferentes edades, a los chiquitos, de meses, ellas se habían tirado encima de ellos para protegerlos de las bala. Creo que al morir el peso los mataba igual, a unos cuantos sacamos vivos, llorando mucho. Pero tenía el corazón en la garganta con un amargor que me sedaba el alma. El llanto y el lamento era agudo, de los niños que quedaban vivos viendo a sus padres muertos. Vi también a otras mujeres recogiendo niños, seguramente serían parientes, vecinos, o madres recolectando amores mutilados por las armas. Me corta el corazón solo de recordarlo… aún lo veo, lo siento. No tenían para donde ir. La destrucción ya estaba en ese lugar cuando llegué, pero creo que el bando anterior, intentó ayudarlos , porque comenzaron a acercarse a nosotros, Yo caminaba perdido como ellos, y un niño llorando, me tomó de la mano y me pedía con sus brazos abiertos… para que lo levantara, sin pensar si podía o no, lo hice y el me abrazaba del cuello tan fuerte, y tan fuerte que podía ahorcarme… yo sentía terror, y un terror que no era mío, sino que estaba en el niño. Yo quería llorar con el, pero no sabia llorar… estaba… no se… no se como estaba…

Caminé unos metros y el niño calló, vi como Jinpo se acercaba a mi… corría hacia mi… y no entendía por qué…  sentí un impacto seguido de un ardor y caí de rodillas con el niño abrazado a mi cuello. Jinpo se tiró al piso y no vi más nada.

-          Creo que la cobardía de los gobernantes te mató a vos y toda esa gente que viste. La maldad de esos hombres sedientos de poder y ambición de acumular billetes de papel. Cambiaron vidas por ceros en esos papeles corrompidos. El odio de quienes no soportan ver a otro ser humano diferente, que cree en cosas diferentes. Personas que no tienen el amor que vos tenías y que aún te mantiene aunque estés muerto. La vida no es poder dominar un esqueleto revestido de carne, la vida es lo que te sostiene en el mundo que sea, la cual ni Dios puede matar, porque si lo hiciera, se mataría a ël mismo y lo convertiría en suicida. Yo no se donde estás, pero si me dejas levantar una plegaria por ti y por esas vidas que viste sus cuerpos caer, de todo corazón podemos hacerla. Te ayudará a liberarte, a descansar. Recuerda que tu eres amado por Dios. Cada uno, el que hizo y el que no, tiene su merecido, pero tú, tienes la paz dentro de ti, el amor. Deja la Luz de la Vida resplandecer en ti, mira para donde brilla el sol, a tus espaldas, si sientes que tus pupilas se achican, es ahí donde está la puerta, tu solo estabas alejándote, pero ella te seguía. Se feliz, deja en ese suelo esa angustia y vacía tu vaso para beber lo dulce del Amor… gracias por dejarme conocerte y saber que gran hombre eres. ..