-
Por
qué no hablas?... me llamaste y no te animas a contarme el motivo, o te has
arrepentido?
-
(…)
-
Bueno…
creo que debo irme porque…
-
Espera…
-
Si.
-
Aún
tengo mucha vergüenza.
-
No
temas, no estoy aquí para condenarte y si para escucharte… cuéntame que te ha
sucedido…
-
Siempre
fui una persona calma, centrada, pero para los demás, para las personas que
para mi me eran útil. Pero siempre escondí la maldad bajo mi apariencia.
Conquisté a la mujer de mi vida y tuve un hijo con ella, pero nunca valoré. No
tienes idea de como me siento hoy. He podido ver en mi mismo como era mi vida
entonces. Sabes… me avergüenzo de mi mismo y se me amarga la boca. Las veces
que le pegué a mi mujer durante el día… la angustia del hijo… yo era el
monstruo en mi propia casa. Pero saliendo a la puerta, era el ángel que todos
querían tener el privilegio de sentar en la mesa.
-
Pero
qué te motivaba a hacer tales cosas?...
-
Creo
que el poder ser yo mismo, quería dominar lo que veía y no siempre conseguía y
todo mi fracaso, lo devolvía con quienes estaban ahí, en casa. Ya que tenía que
trabajar y ellos de mi dependían.
Quisiera volver… para pedir perdón, pero no es suficiente… el mundo que
construí… pues también lo destruí. Nada es tan espantoso como el final que me
di. Hoy siento como era tan fácil el poder ser otra persona… solo debía de
creer en mí mismo… decir un te quiero y no preguntar si me quieres, dar una
caricia y no un puño, construir el amor y no destrozar el amor. Las veces que
pode llorar de felicidad y no ofrecer hostilidad. La vida estaba en mi casa, en
mí mundo, en el abrazo de mi hijo, en la sonrisa de mi esposa. Recuerdo un día que me dijo que no era su
padre, porque su padre no era malo como yo… ese día le partí los dos dientes
con la cuchara que yo comía… el otro día ví cuando pensé en ese día, que
sucedió… porque yo me había levantado. Lo vi caer de su silla en la mesa y
sangrando mucho, el no lloraba, pero respiraba como si tuviera terrible
angustia, como si tuviera asma.
-
El
niño tenía esa enfermedad?
-
No.
Al menos que yo sepa nunca tuvo alguna enfermedad, pero creo que fue el dolor
del momento, sus labios quedaron gruesos al momento. No tienes idea… no sabes
cómo me duele ese día ahora.
Siento
como si el pecho quisiera arrancarse de mi de tanto dolor… es un peso que me
aprisiona y me aprieta y otra vez, vuelvo a sentir el pecho queriendo salir.
-
Donde
estás ahora?
-
Estoy
en un lugar azul, es como el vidrio, resbaladizo y frio. Es terriblemente frio.
Es enorme el lugar y solo yo vive en el. En el techo… pasa mi vida una y otra
vez, y cada vez que me veo, siento doble dolor y cuando pienso que no soportaré
más, otro dolor más intenso me apuñala el corazón por horas. Se que mi hijo me
ha perdonado, pero cada vez que escucho su perdón, me asfixia al punto de
desmallar. Pero no se desmalla ahí, no se muere, no se ríe ni se grita. No hay
sonido, solamente tu recuerdo escuchas y ves.
-
Como
falleciste?
-
Fue
un lunes… mi madre vino a casa. Mi mujer le contó lo que yo les hacía y ella me
esperó con una escoba y mal entré y me comenzó a pegar. Me insultaba y decía de
que pena que luchó para no abortarme, que si ella hubiera sabido me había matado…
-
Tu
madre tenía razón… ella no esperaba eso
de ti.
-
Si.
Hoy lo comprendo, pero en aquel momento solo tenía rabia de mi mujer y le pegué
por hablar demasiado, mi madre me
agarraba por detrás y me pegaba para que la soltara, pero me di vuelta y la tiré
contra un aparador, le di tres
cachetadas que la dejaron tonta por cinco minutos. Hoy vi como mi hijo lloraba
tirado en el piso. Vi también que mi mujer le mojaba la cara con un paño a mi
madre… porque yo estaba saliendo para afuera… es que le di tan fuerte que el
dolor me agarró el brazo y me corrió una puntada ardiente por el pecho y caí.
Se me había reventado el corazón. Un infarto fulminante, que ni Dios podía
salvar en medio segundo.
-
Y
desde ese día todo se oscureció?
-
Si,
pero no es oscuro, es azul, todo azul y frio, muy helado y solitario… hasta que
llamé a quien me pudiera escuchar el pensamiento. Entonces creo que esta es mi única oportunidad de que
alguien pueda decirle a mi hijo que me perdone, que hoy sabe lo cuanto perdió.
Pero que nunca sea como yo… a mi esposa y a mi madre… nada… me da vergüenza de
decirles cualquier cosa, porque si me perdonan nuevamente, será doble mi
castigo, y por mi hijo yo pago hasta tres veces el dolor.
-
Escribe
la dirección de tu casa y los nombres para que pueda ir a ellos.
-
(…)
-
¡¡Estas
desapareciendo!!… espera… espera!!
Daimer´s
©
No hay comentarios:
Publicar un comentario
- Thanks for to visit this blog. You can sending a coment in the post, too for diferent adress of comunications. www.facebook.com/daimers
- Obrigado por sua visita, temos mais postagem. Comente o que gostou de ver ou ler, entre em contato comigo nas diferentes formas expostas aquí.
www.facebook.com/daimers
Gracias por visitar mi página, comunícate a través de E-Mail dsantuche@gmail.com //daimers@hotmail.com o puedes escribir cartas para daimers Rio Branco Cerro Largo Uruguay
CEP 37100 https://www.facebook.com/daimers