Mientras agonizaba vi lo
cobarde que era.
Estaba triste por las cosas
de la vida, porque siendo alguien, me sentía nadie, solo le pedía una
oportunidad a Dios y el no me la daba, quería cambiar mi vida. Me esforzaba
buscando soluciones y caminos que me llevaran a un cambio y no encontraba.
Entonces sin sentido a mi vida, comencé a planificar mi muerte. Total, a nadie
le haría falta.
Perdería todo lo que había conquistado
con sacrificio, pero no me importaba, mi corazón valía más y pesaba más que
todo. Pero qué curioso!, mientras moría comencé a ver otras cosas.

Vi que yo soy un hijo que
muchas madres deseaban tener. Vi la lucha de quien tiene hijos enfermos,
postrados en una cama, con parálisis y con cáncer. Vi que mientras yo acababa
con mi vida, otros la querrían. Vi que podía pensar, hacer y hablar, mientras
que otros esperaban solo una chance. Vi que se espera de la Vida, que nos de un
hijo sano y normal, para que pueda ser quien el quiera ser, y que es el sueño
de un Padre y una Madre, y yo estaba causando desilusión acabando con mi vida.
Porque muchos luchaban por ella, cuando al mirarse al espejo, tienen un ojo
menos, una cara deformada, un cuerpo mutilado o la enfermedad más extraña que
conduce a la muerte segura. Y yo, no tenía nada de eso.
Mientras moría, noté que
las lágrimas de dolor que muchos derramaban, solo estaban motivadas por las
ganas de vivir, cueste lo que cueste, que no importaba el dolor, pues se podía
creer y tener fé, que un día todo sería mejor. Ellos solo necesitaban una chance
de mudar su destino… pero ahí también vi que Dios, no mueve un dedo para hacer
milagros, porque algunas personas han hecho de Dios, un Dios comerciante,
monopolizador, que necesita de una economía fuerte para actuar. Por eso, no encontraba a Dios, por
eso el se negaba a hacer un milagro.
Aunque como esas personas
que sufren y nadie las ve, pues se finge que no están a la vista, estaba a la espera
de una oportunidad más, siendo uno más.
Aunque lloré, dormí
sufriendo con terrible angustia y humillación, desperté para cometer el fin más
penoso de un ser humana, su propio suicidio. No veía luz, porque yo era la luz,
no veía esperanza, porque yo era la esperanza, no tenía fuerzas, porque yo era
la fuerza, no tenía sueño, porque yo era el sueño, no tenía sentido, porque yo
era el sentido. Pero siendo o no siendo, Dios no te da una oportunidad, Dios no
aparece en medio de la crisis, Pero una cosa es cierta, el temor a Dios, hace
que te limites y condiciones tu camino. Pues en realidad estamos solos, pero
siempre acompañados hasta la muerte.
Solo espero un milagro, una
oportunidad más. Y mientras moría, vi, Que también extrañaría a muchas
personas, que sentiría falta de la sonrisa de los niños cuando les decía alguna
gansada sin sentido, que dejaba de ver a los hijos de mis familiares, que podía
llegar a viejo y contar muchas experiencias. Que podía sentir muchos otoños y
ver muchas flores de primaveras. Que no importaba como fuera por fuera y si
como era por dentro. Que no importa cuanta piedra un estúpido sin noción de
vida, te tire, solo tienes que vivir. Solo tienes que ser. Se puede vivir en paz, cuando uno está en
paz. Las voces de esas personas que me dijeron de alguna manera –gracias por
estar- resonaron en mi interior como campana en una colina. Y decidí volver a
la vida, entre esas voces, estas Tu.
Daimer´s © (Imagen: Cuadro hecho por mi)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
- Thanks for to visit this blog. You can sending a coment in the post, too for diferent adress of comunications. www.facebook.com/daimers
- Obrigado por sua visita, temos mais postagem. Comente o que gostou de ver ou ler, entre em contato comigo nas diferentes formas expostas aquí.
www.facebook.com/daimers
Gracias por visitar mi página, comunícate a través de E-Mail dsantuche@gmail.com //daimers@hotmail.com o puedes escribir cartas para daimers Rio Branco Cerro Largo Uruguay
CEP 37100 https://www.facebook.com/daimers