Papá, puedo volver a casa?

-Hola!

-Hola!

-Puedo saber el motivo de ese rostro tan  triste? – Me sonrió y me dijo que estaba mal, que no quería seguir viviendo. Ya no tenía nada y ni a nadie. Me contó que su padre lo había expulsado de casa, luego de una discusión.

-Hacia días y meses-dijo- Me venía provocando y diciéndome que el no trabajaba para malandro, que tenía que conseguirme un trabajo si quería comer. Todo lo que hacía estaba mal y me regañaba a cada minuto… estábamos almorzando, yo no me sentaba a la mesa… y aun así  el no paraba… ya no lo soportaba más y lo relajé todito, le dije todo lo que me atragantaba. Me tiró con un plato… yo no quería pelear con el… el es mi padre y no entendí hasta ahora que es lo que quería de mi. Sabes, hace cinco días que vago, me quedo donde me canso de caminar, paso la noche en algún lugar que no se sienta tanto el frio, y pido para comer. Algunas personas me dan, otras tienen  miedo, creo que piensan que voy  a hacerles daño o a robarlas. Ahora tengo mucha hambre, pero voy a ir al restaurante a ver si en la basura encuentro algo de comer, es muy temprano aún, por eso hago tiempo. Si Dios quiere, tendré suerte.

Extraño a mi madre… también lo extraño a el.

-No llores… quizás el recapacite y puedan volver a ser una familia más unida…

-No creo… mi padre estaba imbancable. Nunca me dio un abrazo sabes… yo no se si podré darle un día, quizás el me odie por algo que no sepa, he pensado tantas cosas… quiero volver a casa, pero se que no debo … me siento perdido, confuso… estoy  muy lejos… busco trabajo y nadie me da la oportunidad… yo entiendo, hace días que no me cambio, estoy un trapo sucio, sin un perfume…

-Yo tengo algo de comer en casa, pero no puedo dejarte entrar, yo no te conozco y aunque entiendo lo que sentís,  eres un extraño para mi, es terrible tu historia, pero es lo que hoy puedo hacer por vos-le dije.

El me lo agradecía mucho, me repetía que cualquier cosa vieja, ya estaba conforme y me pidió agua fría. La parada estaba sin nadie, solo el esperándome.  Le llevaba un poco de guiso, panes y un vaso de dulce de leche. También conseguí una manta, ya sería una cruel noche.

Cuando me vio… se levantó de la parada para alcanzarme y… de la nada, un auto lo arrolló contra las paredes de la parada… que terror, yo gritaba, tiré todo al piso y corría pidiendo auxilio… pero el… ya había muerto, estaba pegado entre el muro y el motor.

Pensé en el muchacho, solo tenía dieciséis años y sus padres lo tiraron a la calle…

Un hijo es para siempre, ellos prefirieron un plato de porotos y no la vida del muchacho, Dios mío, que terror!! No se me borra su rostro, seguro se sintió feliz de verme con…  le hubiera llevado a mi casa, pero yo tuve miedo también. Se llamaba Fabricio… muy bonito de rostro, con un corazón muy amargado… perdido y quizás solo necesitaba amparo… si lo hubiera invitado a mi casa, estaría vivo. La policía pensó que yo era la madre, porque no paraba de llorar a gritos… pensaba en nuestra charla y verle unos minutos después… así…

Daimer Santuche H. Daimer´s©