EMERGENCIA, Dios tiene un infarto!

SEÑOR ES MI APODO?
Cuando hablamos o nos referimos de alguien que queremos o estimamos, ni siempre lo hacemos por el nombre, se utiliza un abreviado o nombre acordado socialmente, a esto le llamamos APODO.
Es por eso que “Juan”, puede ser: Enano, Negro, Juancho, Ju, zapo… etc, etc.
Miles de apodos para alguien que muchas veces no sabemos su nombre real.
Pero lo cierto es que Jesús, el SEÑOR, también se le ha puesto uno, El Señor.
Se ha nombrado a Jesús como señor, de una forma tan común y sin sentido espiritual, como desear que Dios bendiga a quien no quiere hacerlo o cuando la persona realmente no le va ni le viene si Dios lo hace o no.
Señor para aquí y para allá. Pero Señor, es el reconocimiento tanto en el Cielo de Dios, como en la Tierra, a quien realmente tuvo un gran valor, un despertar superior de conciencia.
Se necesita un gran valor para pronunciar Señor, en referencia al Hijo de Dios, llamado Jesús, con el estado de conciencia que conlleva la fonética y la carga espiritual que esta palabra tan sencilla representa. No se puede llegar a Jesús solamente por decirle Señor, se debe creer en lo que esto representa, se debe estar en un grado de conciencia espiritual que el Universo que no vemos, sea capaz de abrirse a la triple velocidad de la luz entre el Cielo y la Tierra ante nuestra oración al Señor.
Todos estamos desolados y abatidos y no tenemos donde ir. La iglesia que Jesús habló, era un lugar de restauración, un lugar donde ibas enfermo del alma y te encontrabas con el médico llamado Jesús, el SEÑOR. Ahí aprendías el valor humano, el sentido del respeto, a valorar las pequeñas cosas de la vida y a conducirte correctamente en tus caminos. Porque Dios te guiaba por medio del su Espíritu, el cual hablaba en tu corazón. Pero hoy, la iglesia es tan “santa”, que la gente no tiene participación, no tiene proyectos, no tiene visión de restauración. Todo es santo, hasta los floreros son santas y el que pone las flores debe ser santo e inmaculado. Cuando Dios en verdad se mueve en el corazón. Alguien tan pecador y miserable, puede ser movido en un renacer de su corazón y llevar con tanto Amor verdadero, una simple flor para adornar el ambiente. Y que hacen los “santos”, menosprecian un gesto tan puro. La iglesia debe estar atenta a todo y la restauración de la Vida en sus integrantes, se hace mediante las obras. Trabajar y lograr cosas, aprender y disfrutar. Si yo que estoy herido de una pierna y no puedo caminar, cuando me recupere y ande cojeando aunque sea, voy a sentirme fuerte para empujar al que tiene la misma herida y recién llega. Puedo encontrar mi recuperación al mismo tiempo que ayudo a otros. Esto es valor y acción. Cuando me cure, estaré a mil haciendo todo lo que he aprendido o donde pueda ayudar. Pero la iglesia te dice:
En este mueble tienes todo para curarte la herida, si te hace falta algo, llama. Cuando te mejores o te cures, te sientas y agradece a Dios. Y así cada reunión, cada día.
Esto debe humillar a Jesús y producir alegría en el reino de demonios.
Dónde quedan los soldados de Cristo, el Ejército de Dios? Unos militan, otros curan, otros fabrican herramientas y medios. Otros administran y otros hablan otros idiomas para establecer relaciones y unir fuerzas. Que miserable debe ser la congregación con un líder de mediocre valores y creído de que Dios escucha su egoísta oración.
Nadie va a una iglesia a tomar mate o ver la novela de momento, se supone que se busca el rostro de Dios. Pero se les olvida que sea quien sea que está sentado en un espacio de ese físico lugar, fue enviado por Dios, porque nadie va al Señor si no es movido por el Espíritu.
Una persona por sí sola, no puede llegar a Dios o a los pies de Jesús, necesita la fuerza del Espíritu de Dios y el amparo. Es por eso que llegan a ese lugar en busca de ayuda para Vivir diferente y prosperar espiritualmente ante tanta maldad que hay a cada metro cuadrado.
Jesús no quiere una iglesia que se vuelva reumática de cadera por pasar sentada, diciendo vanas oraciones sin peso y valor ante Dios. Quiere un hospital de alma, una base de refugiados que se restaure y se enseñen profesiones dentro del mundo físico y espiritual para el rescate de todos los llamados. Luego que cada uno pueda escoger libremente.
Si confieso con mi boca que Jesús es el Señor, y Señor significa Rey, Autoridad, Superioridad, el Todo y Gratitud, entonces es porque realmente entiendo lo que el Señor significa para mí y para el mundo. Puedo entender y comprendo con mi mente y mi corazón el peso y el valor de lo que Jesús hizo por salvarme de las Tinieblas. Entiendo el valor y la importancia de saber lo que hago y como lo hago. Ya no vas a someterte a la vulgaridad de las cosas ni a lo que llamamos “rapidito”. Para Dios le damos lo mejor y lo mejor nace en el corazón. Es de ahí que podemos ser escuchados o no.
Si entiendo lo que Jesús hizo por mi, puedo ayudar a otros. Si cuando fui a la iglesia me amaron, me respetaron como era, me ayudaron a vivir hasta que estuve sano, puedo ayudar a otros, traer a otros a ese lugar maravilloso donde reina Jesús, para que al igual que yo fui restaurado, otros también lo sean.
Pero la realidad es otra. No valoran el sacrificio de Jesús, todo se ha vuelto una rutina ritualista, un motivo para fingir espiritualidad. Y el que vaya contra sus propósitos egoístas, son apodados endemoniados y rebeldes hasta provocar su propia muerte espiritual.
Mata más humanos la iglesia de Dios, que la Muerte. Todo por falta de Visión y Amor de Dios.
Deshonran la Sangre de Jesús y de todos los Mártires que entregaron sus vidas, para contar que ellos eran Testigos que Jesús pisó la tierra y tocó las aguas. Que los Profetas hablaron con la Verdad y que Dios no desea la muerte del impío, sino que viva y viva haciendo lo correcto. Que Dios se agrada de los humanos que practican el bien y la bondad. Que Dios responde a quienes le buscan conscientes de lo que hacen. Que Dios quiere nuestro bien y no nuestra destrucción. Que está cansado de tanta maldad que practicamos en el mundo perfecto que nos regaló.
No nos debe importar quién es el que pisó la sala de emergencia del Cielo en la tierra, nos debe preocupar atenderle y procurar su restauración. No nos debe interesar si es casado, viudo, hombre, mujer o transexual. Nos debe preocupar que la persona encuentre el Cielo de Dios y a Dios. Lo demás el Señor lo hace. No somos dueños de la vida de nadie como para mandarle hacer o como tiene que vivir o con quien debe tener sexo, dónde debe trabajar. El Señor de la Viña sabe quiénes son sus obreros y el valor de su recompensa. No hagamos sindicatos del Cielo en la tierra porque esto ya lo hizo Lucifer y le fue mal. Hagamos un centro de Salud Espiritual que tenga a Jesús como Médico de guardia.
Cuando esto suceda, el poder y la Felicidad tomarán cuenta y de todos los rincones, vendrán para ser atendidos. El que entiende el mensaje, sabe lo que hace y el que no, critica y sigue su camino miserable en tremenda oscuridad sin Conciencia en Jesús el Señor.
Dios te busca como eres para que aprendas a ser feliz y no te busca para condenarte y mostrarte tus pecados en medio de tu pueblo, humillándote vergonzosamente ante los Tres Reinos. Te Ama por Amor. En mi casa hay una policlínica, no te hagas socio, levanta tu medicina y lleva un poco a más y al que veas de pasada, si necesita de la misma, compártela, va que no le de tiempo de llegar. Te comparto el número de la ambulancia, +59898761273.

Escrito por Daimer Santuche H.
(Uruguayo)