El Caído se levanta

Ha caído, y de la peor manera que pueda existir, pero bueno, ojalá que Dios lo perdone.

Misericordia. Hay que mantenerse lejos de él, lugar de pecadores es en el infierno, misericordia.

Estas son las actitudes de muchas personas al verte tirado en la vida. No importa la forma en que caes, si sus conceptos de caer es el pecado, o simplemente no llenas sus expectativas personales.

Pero dichosos los que caen en pecado, porque ellos verán el Amor  de Dios. Dichosos los que son menospreciados, porque sus oraciones llegan como bala a las puertas del cielo. Dichosos son los que caen, porque Dios les da el doble, pero más dichosos aún, son los que ayudan al caído, porque de lo necesario para ayudar, les da Dios y poder para vencer toda maldad, les da en triple.

Que es servir a Dios?

Servir a Dios es servir al prójimo y no a uno mismo. Hoy en día vemos denominaciones con hombres que tienen más loores que el propio Jesus a quien dicen amar. Placas gigantes  de denominaciones ofreciendo milagros y maravillas. Por donde quiera que mires hay una iglesia y entre ellas ni se saludan.

Estaba yo en un lugar y me vio un cristiano, lo aprecio mucho, pero me esquivó todo el tiempo  fingiendo que no me veía, me lo creí y al salir al rato, estaba afuera a dos metros y aún no me veía, entonces le dije un - Hola, cómo andas?- y estaba sordo justo en ese momento.  Creo que estoy endemoniado y el demonio causa efecto de ceguera y sordera en los cristianos, o me hace ser invisible.

En fin… servir a Dios es muy delicado en los tiempos de hoy, hay que saber mirar para el propio culo y ver si por casualidad, yo no estoy siendo injusto, si no estoy representando a Dios de la forma más injusta y perversa que otro ser humano pueda presenciar.

Servir a Dios es como transformarse en un guardián. Si hay necesidad, ir donde está. Muchas veces la necesidad es un aprieto de manos o un compartir dos minutos de visita. Pero cómo un Cristiano  va a visitar a otro, si el saludo de ” Dios te bendiga”, es en la iglesia y para cumplido de todos. Luego volvemos a nuestras vidas de presidente enterados de la necesidad del pueblo y esperando que Dios resuelva.

Servir a Dios, puede ser algo muy cansativo y problemático, porque siempre están los santurrones que nada les gusta y todo no es de Dios. En fin…

Hablemos del caído que todos apuntan como la historia del buen samaritano, nadie da nada, es más cagado que pulero de gallinero, más sucio que baño de carnaval.

Pero el caído, tendrá el nuevo Jesus que va a nacer en su interior y como el Propio Mesías, no tiene lugar en el mesón, para el pecador de la iglesia, la traducción es, no tiene entrada en la congregación. Y como un corazón arrepentido vale más que diez mil acusaciones, Dios hace las que hizo con David, no solo lo perdona, sino que lo levanta, porque nadie que caiga, sigue caído, más bien trata de levantarse cueste el dolor que cueste. Y Dios que defiende a sus hijos, reprende a quien trate de derribar a un resucitado. La gloria postrera, será mayor que la primera.  Pero las personas tienden a no reconocer y mucho menos ver lo que está haciendo Dios en las vidas. Pues la onda es ver milagros já, ahora, en este instante. Y si no pasa nada, Dios no puede obrar si uno no se arrepiente. Y no será que se planta una semilla, para que salga un broto, una planta, crezca y se haga un árbol, luego de flores, frutos verdes y luego que madure todo esto?, por qué plantamos a la mañana y queremos ver el fruto a la tarde?

Los caídos son como la granada, como un campo minado, basta el peso suficiente para que estallen en cualquier guerra.  Dios sabe, que un buen soldado, nunca deja de serlo aunque no tenga una parte de si mismo… un buen soldado es por excelencia de razón y no de ocasión.

Si esto no fuera así, no hubiera perdonado a David el rey de todos los tiempos. Pero muchos caen por reyes mal hechores y por olvidarse de tener misericordia y respeto por las cosas de Dios, entre ellas, los caídos que Dios trata de erguir. Porque escrito está, - Amarás al prójimo como a ti mismo.-

Daimer Santuche H