Contact - Están aquí.

Todos somos reaccionarios a lo que desconocemos, nos espantamos al terror cuando algo que no podemos controlar se nos viene en sima.

Cuando el asunto es alienígena, nos volvemos poco reaccionarios y temerosos, ya que muchas veces creemos que eso no es nada más que inventos o efectos de Hollywood para dar propaganda a personas o lugares. Noticias armadas. La verdad es que nos borramos al estar frente a frente con un objeto Alienígena o el propio extraterrestre. La prueba está cuando un insecto espeluznante se cae o lo enfrentamos de la nada, una serpiente, un sapo u otro animal. El instinto nos alarma y corremos, gritamos, nos caemos, desmayamos, etc. Reacciones varias a un mismo efecto, miedo.

Mi primer contacto fue un día a la nochecita, una noche oscura cuando aún era adolescente. Me dieron ganas de orinar y como el baño era afuera, a modo de que supieran que estaría en el baño dije “Me meo!”, en tono dramático como era mi especialidad. El asunto es que al dar un paso fuera, me lo devolví aterrado hacia dentro de la casa. Mis ojos vieron como un trozo de luna contorneado a figura humana, radiante e iluminaba por el contra el patio hacia mi.

Ese alguien que venia, nunca llego o golpeó la puerta y aunque la había cerrado asustado, todos en la casa esperaban el golpe, incluso yo, medio arrinconado. Claro que nadie me creyó, y afuera no había nadie, pero tampoco fui al baño, y alguien me cuidaba mientras yo desagotaba mi miedo. No fue la única vez, pero hoy ya no me asustan. Conversamos en trance a la madrugada, me muestran cosas de las que no puedo hablar, otras nadie me las va a creer y posiblemente digan que estoy de mente. Aunque me gusta la idea, porque se puede decir la verdad y la mentira sin que nadie las crea, para que quienes creen, sepan algo de misterios.

No están aquí para interactuar como vecinos, ni para intercambiar tecnología como se creen. Están clasificando especie para salvar parte del planeta de nuestra propia maldad. Nos destruimos a pasos gigantes y se aproxima el caos salvaje. No habrá espacio para el bien y el mal. El destino de la raza humana y el planeta tierra, está en movimiento destructivo.

Los voceros por el mundo son muchos. Los que sueñan y los que ven. Estamos siendo entrenados cada uno dentro de su propia misión para ese día. Me llevaron a un punto del futuro que necesito saber. Quieren garantizarse de que nuestra maldad no les dañará y por eso seleccionan a mucha gente de antemano, según su actuar aquí en la tierra. Nos observan y clasifican, para ese día.

La destrucción se daba violentamente y entre los pueblos, se podían ver las Arcas en forma de tubo, las mismas no tenían ruido, apenas se oían como un motor eléctrico de una máquina de cortar pelo. Pero causaban miedo y no todos querían subir aunque fueran seleccionados. Me ví motivando a la gente para creer en un futuro mejor. Pero la tristeza les bajaba el rostro. Todos querían quedarse y algunos morir aquí donde conocían y su vida tenía sentido. Por donde se mirara se notaba la tristeza. El cielo estaba lleno de Arcas y se podía ver a las que estaban cercanas, por unas galerías de ventanas, que transportaban a mucha gente, como la que subí. El asenso fue lento, pero en momentos ya estábamos en la oscuridad del espacio. Todos veían la tierra quedar pequeña y lloraban. El sol iluminaba una fila de Arcas, la luna estaba a un lado y se podía ver y de pronto, esas ventanas se cerraban. Oí que se nos dijo que debíamos consolar porque cerrarían las ventanas. Los cilindros eran de color negro opaco con luces potentes a poco brillo. Me sentía triste por los que quedaban, la tierra, todo lo que en ella había y lo bella que era. Pero me sentía feliz también que podíamos comenzar en otro lugar y tener otra oportunidad de vivir y sentir un hogar sin maldad, pronto para explorar y con la sabiduría de no hacer de ese nuevo mundo, lo que le hicimos a la tierra. Feliz de que todos los malos, políticos, pobres y ricos, estaban fuera, que se matarían y comerían en su propia maldad. Muy significativo esto… pero quizás sea una visión de la cual yo no haga parte. Simplemente al vivirla, lo sentí como si estuviera ahí, por como soy ahora y si llegara a pasar, la cosa es más pronto de lo que se cree.

A pocos días, me levantaron y me transportaron por el aire a la mitad del camino al Lago. Vi como una luz blanca, muy potente, quitaba el cielo nocturno y fuera, entre la bóveda del cielo y la tierra, se veía un carro, me indicaban el tiempo, pero no comprendí la metáfora. De pronto al mirar abajo, vi a Uno de ellos que indicaba un punto. Bajé a velocidad de segundos y esa luz brillante aún me mostraba todo como si fuera el medio día de claro. Desde la Laguna una onda de agua, un tsunami, llegaba hasta ese punto. Subí y vi como el agua pasaba por la playa, invadía todo el balneario en una altura quizás de metro y medio, pero no veía destrucción, era como una travesía sin fuerzas. Me asusté, y quería volver corriendo, pero me decían que no llegaba a la ciudad. A mi entender e interpretación de las señales en el cielo, es que algo en las placas del océano atlántico tiene actividad, se produce un maremoto, pasa por la Laguna Mangueira, entre la estación ecológica Taím, entra a la laguna y la hace desbordar por la onda. Creo que esto es posible. Pero lo que no es posible es que alguien me crea, aunque tampoco me preocupa, puede que no sea para mi generación. No es un mensaje desesperador, se lo conté a poquísima gente y las que leen este post, seguro ya no están leyendo estas líneas desde los primeros párrafos. Cuando el mensaje es claro y que debo contarlo, no siempre lo cuento, pues nada puedo hacer, cuando es algo en general. Cuando es para mi y puedo cambiarlo, seguro que cambio el destino. Seguro que hay cosas que puedo hacer, pero tengo el ejemplo de Jonás, siervo de Dios que anunció la destrucción de Nínive a mandato de Dios, pero los habitantes le creyeron y suplicaron ayuda de Dios para que no les viniera el mal y Dios los ayudó. Pero el predicador que se recorrió la ciudad pregonando, se sintió mentiroso y un fracaso. Entonces aprendí que aunque Dios decida diga lo que se viene, también puede mudarlo si quiere. Así que nadie sabe el destino de las cosas hasta que se comienzan a desencadenar. Los contactos son muchos a lo largo de estos años, pero no todos son prudentes para enfrentarlos y sobrellevar las cosas que se ven. Hay un mundo de conciencias más allá de nuestra capacidad sensorial y cognitiva. Un mundo desde lo profundo que pesa nuestros hechos y palabras. Millones de formas de comunicación y contacto. Las formas de lenguajes son siempre aproximaciones al de la especie contactada. Se debe interpretar y razonar cada cosa, lo que se ve no siempre se parece y lo que no parece, puede ser. Las palabras son llaves para abrir puertas a otras dimensiones y la combinación de ellas son detonantes para liberar la energía comunicativa que transmite el mensaje. Mientras algunos creen que ser grande y fuerte es el dinero y los títulos públicos, el día que vean lo pequeño que eran, se esconden avergonzados. Pues no es el dinero o el título que el humano te pone, que te hace grande, más bien es la energía que transmite tu Ser de hechos y esencia primaria.

La razón del porqué enfermamos al tener un encuentro cercano, es la amplia energía que no soporta nuestra débil materia. Estamos casi en comparación a un foco de auto, contra la luz de un fósforo. Nosotros tenemos la capacidad de energizar nuestra materia a nivel de foco, pero el consumismo, egoísmo, maldad, contiendas etc, nos hacen perder el brillo energético. Brillo que transmite una carga y por consiguiente una curvatura de frecuencia en el espacio tiempo presente, que permanecerá positiva durante mucho tiempo.

Daimer Santuche H ©