EL ÚLTIMO SUSPIRO

El Paño Bi Color símbolo de iluminación Oriental, no sube a la sima hoy.

Ha dejado su último aliento un grande, la originalidad de lo simples y la amistad.

Una demostración mundial de que la guerra solamente quita los sueños y empobrece el espíritu, destrozando el alma.

A cerrado sus ojos a la hora de los ángeles, quien dejó de vivir para sí, por pelear contra la tiranía aunque así, se asemejara a uno.

Sus palabras no se las llevó el viento, sino que las sembró a silencio y dolor, a gritos y a honor en este suelo de sueños y llantos de justicia.

Si la soledad lo secuestró un día, la noche lo hace rehén ahora. Se le apagó la flor de su jardín y con ella se fue su color.

El antes y el después lo definió en su vida y nos llevó al mundo hasta la última mota de polvo.

La sombra y la luz se abren paso para cantar los últimos gritos del pueblo y el viento le hace coro con los ecos orientales y extranjeros con tonos quebrados de emoción.

Los “Gracias Viejo”  , “Te amamos Viejo” se mojan en el honor de mármol y en las navajas lenguas que expresan el protocolo leudante, para esconder un pasado de mortajas y traiciones contra los más simples.

El Pueblo llora a voz en cuello y quien lo vio, no lo ve, quien no lo ve, lo verá.

Tras de él, muchas copias que al ridículo se exponen, pues le falta el Alma, la tinta y el carbón, pues otro igual… jamás.

Volando alto como águila, pero simple como Indio… cantando un tango bajito, se lo llevaron al Cielo, mientras que en los ojos de aquellos, que codo a codo a la distancia entendían los verbos de su grotesca poesía, les chorreaba las letras de su frase más célebre “No me voy, estoy llegando…”

Como hojas de árbol en medio del viento, así traen un “lo siento”, de toda la Tierra… quizás más tarde, lo extrañen, lo duelan, pero más sentirá su perra, lo que la vida le cuesta.

Símbolo del hombre de campo, aunque le negó la guerra su semilla, allí muere una historia para nacer como Leyenda y suena el toque de queda, la última trompeta lamenta… ¿El General de aquella Banda Oriental del pasado, reencarnado en la modernidad? Quizás, la duda que dude y los hechos que hagan. Pero hoy no se va el Viejo, recién está llegando. Llegando en los libros que quisieron borrarlo, en el estado que quisieron apagarlo, en las voces que quisieron callarlo y en el impulso que quisieron atacarlo.

Llega el Pepe mañana, cuando El Pabellón Nacional toque la cumbre de su recorrido y un clarín sea iluminado con los rayos de sol, cuando despierten los muchachos y Uruguay se levante a Vivir, cuando las mujeres recuerden regando sus flores, que aunque la miseria te obligue a vestirla, El Amor te hace libre hasta el último suspiro, porque de tras de un grande hombre, solo puede existir una sabia mujer.

Daimer Santuche H.