Abre la puerta

...su vida estaba en las manos del acosador... nadie podía oírlo. No tenía fuerzas para continuar luchando contra su fuerza... por eso, luego de siete años de desesperos y renuevo de esperanzas literales, su vida corría peligro.

El sol, siempre era el mismo, el paisaje, una cómodo rota con restos de comidas en mal estado, a su derecha, una puerta que conducía al infierno o a la libertad esperada.

Sobre la cama, su mundo más agotador, un mundo de sueños que se perdía sobre la oscuridad de las mañanas interminables.

Su nombre era dolor, apellidos sociedad actual.

Mientras por el mundo unos vagan en los acosos verbales, otros son los buenos, que liberan a los libres y perfectos, mientra en sus mundo, tienen almas aprisionadas para sí mismas.

Todas las veces era igual, pero muchas de intensos dolores.

Ahí estaba el... mostrando un amor extraño y un modo abrumador de cariños incomprendidos.

Pero el acoso era inevitable. Su cuerpo, perfecto a la luz que se convirtiera en su sol, una piel blanca y pura, sin sombras de aventuras.

A lo largo de su vida, muchos requerían su presencia, pero muy poco persistieron en la búsqueda. Sin nadie que lo esperara, sin nadie que lo liberara.

Bajo un techo aterrador y un suelo abrumador, se apagaba la luz de una estrella, la vida de un niño y la libertad de un jóven.

Ese no era todo el mundo, pero muchas veces le parecía... aunque soñara con cosas que le hacían sentir bien en medio del desespero.

Atado a la cama y dependiendo para todo de la única persona, la cual le hacía temblar, no podría hacer nada sin álguien que lo ayudara.

Solamente restaba continuar con su sueño y dejarse perder en el hasta que sintiera el plazer de vivir en libertad.

Se busca un jóven en la ciudad, hace mucho tiempo.

Un día todo termina, un día todo comienza.

Un hombre sierta vez, es atraído por el destino a un camino sin rumbo y desconocido.

No se sabe la razón, pero muchas veces el pensamiento te habla tan fuerte que parece que nos grita... muchos escuchamos y otros no.

Pero si la voz viene del fondo y la razón dice - Locuras nada más!!- escucha a tu interior.

Así pasa con este hombre... hasta encontrarse con un local abandonado, pero muy bien arreglado, como si estuviera habitado frecuente mente.

Aunque todo estaba muy bien protegido, la curiosidad puede matar o salvar.

A pocos metros... una puerta se abre con un remolino de viento... el susto fué inevitable.

Entre los bombasos fuertes y los sonidos de las inyecciones de adrenalinas alarmantes por todo su cuerpo, el miedo hacía avanzar, paso a paso y sin respirar para no hacer barullo.

La puerta... el portal de "caffe in cuba", The Romanoff.

Al abrir sin parpadeos en los ojos y con los sentidos al filo de navajas... la escena le duplica a millones de pedazos el corazón.

Un jóven, temblaba medio desnudo, mirándole a los ojos y con la mirada perdida hacia la puerta tras del invasor.

El hombre en estado paralizado y sin saber que hacer primero, solo miraba la escena sin entender.

El jóven, no tenía la voz muy alta, pero pudo decir ayuda, con una tenue voz.

Al escucharla, el hombre es invadido por un coraje, capaz de mover la luna de una pedrada y comienza a quitarle sus ataduras como le pide la urgencia.

Al liberarlo, lo toma entre sus brazos y lo levanta... el muchacho a su vez, mira su mundo de otro ángulo y le parece algo extraño, pero muy familiar invadido de pesadillas. A la luz de una fuerza que le impedía casi de ver por el resplandor... ve alejarse un sol chiquito, por uno más brillante y que parecía calentito. Un poco de agua le reanimaría su vida, era dulce, pero sabroso, su nuevo acosador le daba a la boca... hasta que se detuvieron en un lugar lleno de mundos diferentes, con acosadores de todos los colores y formas, pero ninguno le causaba terror, como aquél que aparecía en sus recuerdos.

El nuevo acosador, lo metió en un tanque dividido y lo bañó con agua tibia y perfumada...

le dió algo de comer y beber, algo que para el jóven era nuevo y muy apetitoso.

Con los ojos abiertos como nunca, comenzó a explorar el lugar... le producía paz, el hombre que lo trajo hasta ahí, lo contemplaba con los ojos borrados en lágrimas.

El jóven lo miraba con una sonrisa, como agradeciéndole por liberarlo de su mundo de tinieblas.

Tapado en un sofá, en silencio... el hombre libertador, contemplaba al muchacho, que sin decir una sola palabra. le agradecía la vida, le agradecía la comida, la paz.

El hombre no podía contener sus lágrimas ante aquel jóven, recordando como estaba hacía unos minutos. Pero era real, aunque le pareciera un sueño.

Dos vidas que se encuentran en un mundo paralelo y lleno de secretos y misterios, pero ahí estaban. El acosador no era como el otro para el jóven, sino que era otro que parecía muy bueno a cada paso que su mente, le daba fuerzas a su razón.

Es inentendible, como alguien tenga tanta maldad, alguien... pueda hacer un mundo desaparecer.

De pronto... aquella sala se llenó de personas que lo miraban y el jóven se tiró del sofá, hacia el hombre que lo trajo ahí, se arrastró tan rápido como pudo y se prendió de un abrazo ahogador mientras templaba, tomado de aquel hombre.

Sus ojos invadidos por el miedo y girando a todos los sentidos y objetos que se movían a su alrededor, le producían una aceleración en su respiración. Su pecho se inflaba a prisa, mientras veía a cada uno de los invasores retroceder con las manos en sus rostros y con los ojos borrosos de lágrimas que chorreaban por entre sus dedos.

La situación era conmovedora, el jóven abrazado en un refugio defensor, como sintiéndose una presa acorralada por el depredador.

El jóven construyó un lazo tan grande en aquel momento hacia aquel hombre, que no quería que lo dejara salir de sus brazos... El hombre fué hablándole como podía, ya que un nudo le bloqueó su garganta, apasiguando la situación. Dejándole nuevamente la calma.

Días después, el jóven ya estaba libre para andar... el hombre que lo liberó, fué un médico policía, el local, el hospital. La vida de aquél jóven fué salva por el instinto de una corazonada, o quizás por la razón de que nada se esconde para siempre, o porque la libertad grita y llama, aunque nadie la escuche, nunca pierde la esperanza de que, un día alguien escuchará.

AL acosador, no pudieron prenderle, porque el jóven no supo dar orientaciones para guiar las investigaciones. El local donde fué encontrado, no se encontraron pistas.

La familia del muchacho no fue encontrada y el caso se mantuvo en secreto policial.
El Médico adoptó al muchacho como hijo y le dió una esperanza de vivir.

Tiempos después... el jóven despierta con el ruido de una puerta... a contra luz... un hombre... que lo mira congelado frente a el... mientras sentía que su espíritu se dormía, mientras un profundo cansancio paralizaban sus fuerzas, solamente le susurra con todas las fuerzas que tiene - Ayuda...

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