Tu "infierno" es deseado por otros

Muchas veces creemos que nuestras vidas se a vuelto un infierno, pero no todo es un infierno, sino más bien, no agradecemos a Dios por todas las cosas que nos suceden. El pan que tiramos, es un manjar para otros, el agua que desperdiciamos, es la vida de muchos. Seamos más agradecidos por estar deste lado, no sea que un día, de tanto mirar las desgracias de los demás, sin arrojar algo de lo que tenemos, para el otro lado, nos toque su suerte. Entonces ahí sí... recordarás que bien que estabas y no lo sabias, que feliz que eras y no lo disfrutaste. Que amor que era vivir, y lo deshechaste... como Dios te habia premiado y privilegiado para ayudar a otros, y te volviste un egoista atorrante y miserable. Las imágenes con las que la Sagrada Escritura nos presenta el infierno deben ser rectamente interpretadas. Ellas indican la completa frustración y vacuidad de una vida sin Dios. El infierno indica más que un lugar, la situación en la que llega a encontrarse quien libremente y definitivamente se aleja de Dios, fuente de vida y de alegría

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