Amo a mi esposo

…se que como todo matrimonio, se tiene unas peleas que otras. Muchas de ellas son para tener razón y la última palabra. Pero casi pocas provechosas si las ponemos en una balanza. Pero a el lo quería. No estoy segura si era amor, pero lo quería con todas mis fuerzas. Jamás lo engañé… aunque sí me han parecido algunos hombres, más lindo que el mío, pero el que tenía era especial para mi.

Este día me decidí en hacer pan… hacía dos semanas que no le hacía pan y el me lo reclamaba… adoraba mis panes y ¡en verdad que me quedaban bien!…

Yo tenía cuarenta y dos años. Estaba casada desde los diecinueve con el. Lo llamé que viniera a tomar algo y que después continuara haciendo leña, en realidad ya se había pasado una hora de la hora de la merienda de la tarde, de seguro estaba con ganas de comer algo.

Como demoraba decidí ir a buscarlo… sabiendo como era… cuando comienza quiere terminar.

Tenía cuarenta y tres y no podía estar matándose así de esa manera.

La hora pasó, tomamos mate, conversamos y me dijo que no cenaría porque se sentía satisfecho, el estaba tan amoroso, aparte estaba muy bonito. Se lo dije… hicimos el amor esa noche… fue maravilloso. Luego me dormí, siempre lo dejaba hablando solo, me dormía con su prosa… no porque fuera aburrida, sino que el tenía ese poder de llevarme al sueño en paz. Y el lo hacía de gusto, me dormía enamorada de el. Y cada vez que despertaba, ahí estaba, a mi lado con una sonrisa durmiendo en paz. Me daba pena tocarlo para no despertarlo, pero muchas veces no resistía y me abrazaba de el. El medio se despertaba y me decía entre dormido que me amaba. La verdad, me sentía realizada.

… y no entiendo el por qué estoy aquí? No puedo despertar, quiero tocarlo y no consigo… el pasa por mi lado y no me ve… lo vi llorar desesperado por mi… cuando… pero me quedo feliz por momentos porque está con mi mejor amiga. Ella sabrá hacerlo feliz.

- Lo siento… te falló el corazón mientras dormía y se detuvo el cerebro por la falta de oxígeno…

- No!!, no fue así que morí, el que dormía a mi lado, el que me amaba, lo sabe que no fue así. El me llevó a la cama cada día del mes de julio el té de la muerte. Una mezcla de un silencioso veneno con miel, produjo eso, pero luché y luché para despertarme… y no conseguí, me ahogue y fui despedida de mi cuerpo a gran velocidad. Pude ver que estaba sola en la cama. Busqué a mi esposo y el estaba a doscientos kilómetros de mi. Estaba pescando en el pueblito de la ciudad vecina. Yo estaba ahí cuando dijeron que… había dormido… y que fue muerte natural. Cuando traté de entender, pude volver al pasado y en verdad me asusté de ser la esposa de el. Se encontraba con mi mejor amiga en el mismo lago… y me decía que… mentía todo el tiempo. Me ha matado y nadie lo punirá por esto… todo por quedarse con mi amiga. Ella no sabe que él me ha matado. Pero trataré de decirle que ese hombre no es lo que parece.

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