Me encontraba mirando un lindo paisaje, cuando de pronto el sol se oscureció. Me asusté mucho y comencé a temblar de desesperación sin saber a donde ir, a quien llamar, ya que me encontraba solo en medio de la nada, o nada al menos haora que no se veía. En realidad algo se veía... el sol... estaba de color naranja, a mi alrededor comencé a ver que la tierra se levantaba y gente lamentando salía de bajo, te aseguro que si no me muevo, quedaría loco o me reiría porque estaba soñando de seguro... pero no despertaba, me pedía a gritos que me despertaba. Siempre funcionaba, si gritaba en realidad podía gritar y alguien me despertaría, pero nada pasaba y aquellas escenas comenzaron a aumentar, el sol se aproximaba y quedaba cada vez más grande. El olor a carne descompuesta invadía el aire y si bien estaba rodeado de cuerpos orribles y terribles en su apariencia, no me sentía solo, pero me aterraban, aunque me di cuenta que para nada les interesaba, ellos cruzaban por mi lado, me pechaban, pero solamente caminaban en dirección al sol.

Sentí como que del sol dijeron mi nombre, así que me di vuelta y volqué mis ojos en dirección al sol, oí nuevamente, una voz dulce y amigable... cuando hube dado un paso... otra voz me dijo a mis espaldas, - ¡No lo hagas!

Ahora más que nunca me sentía perdido, una apariencia resplandeciente de un jóven, totalmente diferente a mi e igual en semejanza, estaba vestido de una resplandeciente luz que no se parecía ni a una túnica y menos a una vestimenta humana. La verdad que ahora entraba en pánico, no lo hagas me volvió a decir y por momento supe lo que era llorar desesperado, sin saber en quién o en que confiar, sin una persona conocida para poder aferrarnos ante lo que estaba sucediendo.

- No llores pequeño - Me dijo. Quiero mostrarte algo al cual no conoces, pero no debes temer. Soy Shissah guardian de la Puerta Haho. La que está detras de ti.

Evidentemente dandome la vuelta, no veía nada más que al sol. No quería seguir ahí, pero no tenía otra... de pronto esa cosa enorme dió un giro y apareció un mancha negra con forma de aureola, o una puerta en forma triangular, con vértices redondeados. Pe espanté ante lo que veía, puesto a que todo el tiempo esto estaba ahí y nunca nadie había dicho, mucho menos la Nasa. De esa puerta, salió un aire frío y se aspiró a toda esa gente que estaba ahí, menos a mi, no me movía ese viento, sólo senbtía, a esa persona brillante, tampoco la aspiró.

-Quieres entrar? me preguntó. Claro que no supe que decirle, me sentía un retrato patético, colgado en una pared. Por momento quería pedir por mamá, quizás ella viniera a defenderme, pero me acordaba de Dios, que era lo más grande y poderoso que he oído hablar.

Pero de verdad estaba tan asustado, que me acerqué a ese jóven y le dije:

- Muchacho... si puedes hacer algo, llévame a casa, quiero despertar y no puedo, tengo mucho miedo, si puedes ver dentro de mi... mírame, tengo frío y mucho terror. Por favor déjame volver a ver lo que conozco, las aves, mis amigos... allúdame... Por favor.

- Quisiera mucho devolverte todo esto, pero no puedo... mi deber es mostrarte el día de mañana y hasta que no lo veas, no podrás regresar a tu estado anterior.

Sígeme - Me dijo.

- JÓVEN... puedo ir tomado de tu mano? - Le dije. Me miró y me extendió su mano derecha. Yo la tomé y me aseguré de estar bien agarrado. Lloraba mucho que casi no podía ver. Y mientras estas escenas sucedían, sentí que era confiable y seguro estar a su lado. Eramos los únicos que permanecíamos inamobible ante todo lo que se perdía.

- Que es eso?- pregunté.

Esa es la entrada a la curiosidad, es el castigo para las revelaciones forzadas a causa de la violación a la palabra que prohibe de continuar hurgando en lo desconocido.

-¿Pero que tengo que ver yo?

- ¿No lo sabes?, tu que siempre puedes decidir un paso más del que puedes dar, no te haz dado cuenta que los Ángeles te guian para que te formes en lo que Dios quiere que seas?. Haz estado tan ocupado mirando cerca, a lo que te rodea, que no te haz dignado de levantar la mirada y ver al horizonte...?.

Te digo hombre de poca Fé. Sobre ti se ha de construir una gran torre, pero tus simientos aún estaban sin refuerzos, por lo que si la misma se levantara así como estaban, caería y en ella morirías tambien. Por lo que he venido a guiarte, para que afirmes tus simientos y pueda ser levantada la Torre y se abra el Portal Jhamá.

En éste momento, tu destino está siendo cruzado para que llegues a lo alto, Dios mismo te elevara a los ojos de todos y lo quedigas, eso se temerá, aunque no se pueda probar y aunque Dios mismo no lo cumpla. Tu palabra estará acompañada de Victorias, Alertas, Exortación y Temor. Toda arma forjada que se levante donde tu estés, con intención de quitar una vida, caerá y la punta que daña al cuerpo, saldrá en dirección contraria. Culpable del intento y condenado a muerte será quien lo intente aún con el pensammiento.

-Espera... Espera, yo no se quien eres tu... ni lo que quuieren de mi, pero esto no está pasando, no está pasando...

- Escucha...! Tu fuiste elegido de entre todos tus hermanos, y mismo yo propuse a otros que son valientes y su coraje va primero que su intención, a otros que sin cuestionar obedecen y lo hacen perfecto... pero El Señor dijo tres veces, A Éste elijo Yo. No Podemos derrogar una sola palabra de lo que el Señor diga, aunque intentamos en el consejo, pero el Señor siempre tiene razón. Y nosotros... porque lo Amamos más que a cualquier cosa, damos nuestras vidas para que el sea felíz.

- ¿Qué? Estás diciendo de que Dios es la persona más infelíz ...

- Sí... desde que ustedes fueron creados, el corazón del Señor cayó en penumbras, al ver que ustedes se matan, se destruyen e intentan ser dioses, cuando no son capaces ni de controlarse a sí mismos o tienen el poder de crear una flor de la nada ... o detener el mar con una palabra. El los Ama con dolores humanos, mientras que ustedes, le escúpen en la cara y lo tratan como a un miserable, como ustedes se tratan entre sí.

- Sabes... no se que decir, si llorar o pedir... ¿Qué quieres de mi?

- Que cuando llegues a ser visto por multitudes, para salvar a unos pocos que creerán con el corazón y la razón, te acuerdes del Invisible Poderoso, que te ha llevado a ese día. Que pienses en tus hermanos, que después que te conozcan, pedirán sin cesar al Creador, que les sea escuchada sus oraciones, que exista paz en mediio de la violencia y que otros, continúen su tarea, cuando les sea cerrado sus ojos.

- No voy a poder lograr, es mucha cosa para mi cabeza...

- Tienes que confiar y creer en tí mismo. Porque el Dios del universo te ha elegido a ti y el no falla jamás, no le falle tu tampoco.

Mira - Me dijolo y lo que vi me derretía los ojos de terror y compasión, vi la violencia entre los pueblos... era horrible escuchar y ver el desespero de la gente corriendo y escondiéndoce... por donde se mirara se oía un lamento. Unas criaturas a las cuales nunca se vió ni en las películas de terror, destrozaban los cuerpos, se peleaban entre ellas por los caídos y los que corrían... eran depredadores humanos, pero lo raro era que no comían sus carnes, aspiraban la luz que salían de ellos, cuando el cordón de plata y el cuenco de oro se separaban. Tenían los ojos blancos radiantes, como si una estrella viviera dentro de ellos. Pareciera como que atrapaban los sentidos cuando esa gente le miraba a los ojos.

-Ves? lo que miras, es el lugar más pacífico.

- Quién es ese que se detiene ahí?

- Ese... es el que levanta el Puente en Israel y los colores escarlatas con las semejanzas del cielo, es la señal que comienza la disputa con el Pueblo del Oriente.

- No entiendo nada...

- Ahora no lo entiendes, pero mira que lo entenderás pronto... Míra esto ahora...

Continuará...

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