El origen del fuego (Prefacio)

En la antigüedad según lo que habla la Biblia, con Adán y Eva en la Tierra, Dios y las Criaturas, existían los Hijos de Dios, también llamados los Hijos del Cielo. Estos hijos del cielo, criaturas celestiales o del otro mundo, no eran más que Ángeles. Así como Dios venía todas las tardes a conversar con Adán y Eva, estos seres seguían a Dios como hoy en día. Pero al hombre comenzar a reproducirse, no cabe dudas que alguno de ellos los vio en su momento íntimo, único en el planeta. En el cielo nunca se vio tal acto, esto solamente es cosa terrenal dada por Dios. El que vio, quiso imitar con una de las criaturas descendientes de la obra de Dios, claro que para esto, debía adoptar una forma similar. Es así que los hijos de Dios, se entregan a un placer dado únicamente a los hombres, que les pareció bueno en gran manera… tanto que tomaban de las hijas de los hombres y las embarazaban. Tomaban a las que querían, entregándose así mismos a una pasión desenfrenada y desigual. También sintieron entre ese ardiente deseo, atracción por los jóvenes varones y la tierra se multiplicaba en gran manera de esta maldad. Pero se enteró Dios y vio que la tierra estaba además, habitada por gigantes, fruto de la unión de esta unión desigual. Dice la Biblia que Dios ve al hombre corrompido y se arrepiente de haberlo creado. Que la maldad era tanta en la tierra que decide barrer con todo. A los Hijos, que según la Biblia eran una tercera parte de los Ángeles del Cielo, Dios los encerró por no haber guardado su pureza y entregarse a esta pasión desigual, por consecuencia, perdieron la Luz Divina, la belleza y la capacidad de circular en los Mundos, también perdimos la capacidad de verlos por decreto Divino, para que en la nueva humanidad no fuera a repetirse. Recordemos que cuando Lucifer se revela contra Dios, fue arrojado a la tierra el y sus seguidores. Nos deja el pensar que sí corrompieron la humanidad en cuestión de años.  Si somos creados a imagen y semejanza, podría ser esta la causa de la atracción de los ángeles por los humanos, pero también podría ser que cuando Dios se iba de la presencia del hombre, algunos decidieron quedarse para espiar un bocadillo en vez de continuar con el Creador, su regreso.

Sería de esta unión el origen de los dioses de la antigüedad? Ya que eran mitad divino y mitad mortal… las leyendas tienen su veracidad al mismo tiempo que impide la creencia de su existencia.  Esta influencia angelical demoníaca, debe tener una chispa de estos tiempos. Porque si no podemos ver a los Hijos caídos, no quita que seamos influenciados y creamos en su razón. Si ellos no pueden hacerlo, nosotros podemos corrompernos  a nosotros mismos, manteniendo así, la llama encendida en memoria delante de Dios, de los Hijos que el encerró. Y si la serpiente hubiera sido más inteligente en decirle a Eva que el fruto más importante, no era el del conocimiento y si el de la Vida, podríamos ser inmortales, lo que la maldad humana hoy día, sería una guerra contra Dios de proporciones incalculables. No tendríamos además, la noción del pecado. De lo inmoral. Este es el origen de los tiempos humanos de hoy, dominado por el sentimiento llamado SEXO, que domina a toda mente que se deja guiar por el instinto angelical. De ahí las famosas sectas que piden dominio, para controlar la humanidad. Para hacer de el, ese “paraíso” perdido que Dios destruyó. Pues no somos nosotros los que queremos la pasión desenfrenada y si aquellos que saben lo bueno que es el sexo con los humanos, los que están encerrados. Porque si multiplican su descendencia, pueden formar un ejército contra el  de Dios.  Por eso, además de genético, es espiritual el origen de los sentimientos humanos, incluso el homosexual que es de origen divino.