el Veneno

Rakino siempre fue un adolescente especial, desde su niñez, se mostraba con el sexo opuesto al de su figura. Al principio fue muy despreciado por su familia, pero al paso del tiempo las cosas fueron mejorando. Rakino estaba saliendo de su mayoría la cual disfrutaba. Estaba a punto de formarse y respiraba una libertad que siempre la soñó. Un día muy lindo, le llegó una cuenta para pagar, era su contrato de teléfono, ahora podía respirar más aliviado en sus finanzas, era su última cuota y feliz, salió del local. A media cuadra lo esperaban un grupo de amigos… pero que no eran amigos suyos. Comenzaron a decirle frases discriminando y ofendiendo su persona. El solo les miró a los ojos y siguió.

Al llegar a la esquina, uno de ellos se bajó y le dio varios puñetazos que por momento lo dejaron inconsciente. Le desfiguraron la cara con tres golpes de puño. Ahí quedó tendido casi agonizando y tratando de entender su orientación de lugar. Su teléfono estaba todo quebrado por las patadas recibidas. Así que sin más fuerzas y sin tener como pedir ayuda, se dejó llevar en el dolor y durmió. Siete días después, despertó en una sala de hospital, conectado a diferentes aparatos. Allí comenzó a recordar esos rostros familiares, su madre y la mejor de sus amigas, un chico de su misma condición.

-Hola… debo estar espantosa- les preguntó-

-Tranquilo mi amor, estamos aquí para apollarte-dijo su madre.

-Tienes un lapis labial y un espejo?

-Si… aguarda un momento-le dijo su amiga.

Con manos trémula y con trazos irregulares se pintó los labios, que aún estaban todos cortados e hinchados de la golpiza. Dio unas sonrisas pequeñas, y con grandes gotas de lágrimas corriendo por las heridas de su rostro dijo:

-Gracias, ahora si me veo linda verdad?.

Al terminar, recostó su cabeza y volvió a dormir para siempre.

(Es muy fácil apuntar los defectos, los errores y las condiciones de los demás. Hablar aquello que nos hace sentir mejor que otro, ante una sociedad que siempre se está midiendo a lo que considera inmoral y pecaminoso. Olvidándose así, que el peor pecado es no creer en Dios, y por consecuencia no practicar lo que ello representa. El AMOR, el Perdón y la Virtud de querer y Amar por sobre todas las cosas. Cuando acusamos y apuntamos un adulto por su preferencia sexual, nos olvidamos que nosotros mismos podemos tener la misma condición. Sea viviéndola o sintiéndola. Nos olvidamos que ese adulto que condenamos en las congregaciones de las iglesias y en las calles de las ciudades, fue un niño y sintió el peso de la mano destructora, llamada sociedad. Que ese niño luchó contra sus propios pensamientos impuestos por lo que oía y veía. Que dentro de si mismo, se sentía enfermo y no digno de estar entre personas que se decían “Normales”. Que muchos de esos niños sufrieron su propia condenación y la que le impusieron los demás. En las escuelas, en las reuniones de amigos y en cada rincón que se lo veía. Que muchos se sintieron abandonados y solos y por eso se suicidaron. Algunos lo piensan y otros lo harán más tarde. Personas brillantes, de un futuro sin igual, acecinados por todos esos “normales” en forma colectiva. Personas que no ven que no tiene nada que ver el potencial de un ser humano ante la sociedad y su elección de con quién quiere tener sexo. Siendo que muchos, tienen sexo con sus mascotas de porte grande, como perros, vacunos, equinos, bovinos y porcinos. Existen muchísimos animales, que violan a otros animales, valiéndose del miedo y poder que infunden en la raza inferior. Muchos que están entre las sociedades y vistos como personas de tomar ejemplo. Pero no se ve aquello que no se quiere ver. “Antes de decir amén o de discriminar a un homosexual en la calle o en sus congregaciones, piensen que quizás, un niño les está escuchando”, que también su esposo, su mujer, su hermano o su hijo, está sintiendo el peso de sus palabras y por miedo y temor, sufre en el silencio oscuro de su infelicidad. Mirad a lo profundo, porque quizás, Dios esté hablando a los gritos y vosotros no estáis escuchándole. ¿Acaso no tiene el poder para cambiar o no dejar que se de a luz un futuro niño homosexual?, quizás no exista nada malo, y lo malo nazca en usted cuando le destroza su mente imponiéndole valores que usted considera normal. Echad un vistazo  alrededor, mirad lo que sucede. Marte no tiene agua por una simple razón, y la luna se formó, porque en algún lugar debía de colocarse la tierra que dio lugar al agua en la tierra.