El Valor secreto

Todos  hemos pasado por problemas que muchas veces, parecen batallas. 

Muchos de esos problemas no hacen la vida un tanto que amarga hasta que los resolvemos o no tienen solución. Pero todos tenemos el coraje de enfrentar lo que venga y como venga.

El Valor es más allá que un acto de coraje o bravura, tiene a ver con nuestros principios en la forma práctica diaria o ante situaciones con otros.

Algunos ejemplos de valores:

Una madre perdona al que mató a su hijo. En verdad, encontró el valor en ella para perdonar y poder hacerlo. Es más fácil odiar y no perdonar, pero también ella se condena junto al asesino de su hijo. Cosa que si su hijo viviera, le diría que lo perdonara y no se molestara en pensar en alguien que no tiene ni un pingo de consideración por su misma vida. Alguien tan pobre de espíritu y tan miserable en hechos. El valor nace dentro y se exterioriza en actitud, pues a la vez es sellante en su condenación. Pues de nada servirá no perdonar, no se podrá olvidar. Pero perdonar quitará el dolor y la tiniebla.

El valor es esa luz que agradece cuando estamos ante un acto de bondad, un detalle bonito para con alguien o nosotros. El valor de amar a alguien que vemos o tocamos. Agradecer es un acto de valor.

El encuentro de dos personas que deciden hacer, compartir, o negociar algo bueno para ellos o alguien más, es un acto de valor.

Cuando Dios dijo que si honramos a nuestros padres, nos daría años de vida, está hablando del Valor. Un hijo que se conduce bien en la vida, que no es desaprobado en sus hechos sociales, que no causa pesares a otros, no solamente le da honor y valor a sus padres, honra a Dios, a sí mismo y la casa de donde salió. Pues si el hijo de fulano roba, mata, es tramposo, no van a decir que es fulano, siempre se dice el hijo de fulano, para que se sepa la casa de donde salió.

El valor en verdad es todo lo apacible y agradable que se pueda dar en actitud o palabras. Por ejemplo: Si un hombre luego de tener relaciones sexuales con su esposa, le mira a los ojos y le agradece por ese momento, la abraza tan fuerte y detenidamente cuanto pueda en silencio, a ella se le abre la mente y aunque su boca hable, su corazón enmudece. El resultado será una mujer renovada y dispuesta a pelear por ese hombre. Ya el hombre si escucha esas palabras, puede que le pida un café con bastante galleta, porque no entiende el peso y el valor en las palabras y hechos de momentos. Al hombre le cuesta más procesar y la repetición le genera de a poco el resultado. En un determinado momento, dejas de decirle y procesar el valor y entonces te preguntaría si está todo bien, porque hace días que no le dices gracias y no le das el abrazo. Justo ahora está listo para esa charla, pues muchos sólo se dan cuenta del valor, cuando lo pierden. Recordemos que no todos son iguales, tanto mujeres como hombres.

Hay hombres llenos de valores  con mujeres frías en el área y mujeres valerosas con hombres que son incapaces de darle una sonrisa de afecto.

Los niños expresan mucho mejor el valor, ellos a su manera te dan gracia, te dan abrazos hasta sin abrazarte. Cuando demuestras un valor para un niño, generalmente éste no diga gracias si no tiene el entendimiento, pero te puede dar un muñeco, te puede invitar a jugar o se llenará de sonrisas al verte. Muchas veces ellos hasta quieren darte alguna cosa que están comiendo y no entienden que a vos te da asco, porque eso está todo babado por el, quizás revolcado en el piso… pero su inocencia, es la luz que hace demostrar el valor para contigo. Es algo que permanece en el tiempo.

Los animales demuestran el valor, una gatita de mascota, te puede traer un sapo sin cabeza de regalo, un trozo de pájaro o ratón. Su instinto de gratitud, de madre, hace que  te valore y ella quizás, se pasó horas esperando un regalo para traerte y demostrarte el valor. Por otro lado, un gato te acompañaría a donde vas, porque es un sentido de compañerismo que tiene, un sentido de valor de que si te ataca un perro, pueden correr juntos y trabajar en equipo.

El valor se demuestra, se expresa de muchas formas y es todo aquello de bueno que puedes hacer, que sale de ti de forma espontánea y que no piensas en una devolución.

Daimer Santuche H ©